Por Paul David Tripp
Este articulo se encuentra originalmente en Crossway.org

1. Admite tu culpa

La cualidad clave del carácter en un matrimonio bueno y duradero es la humildad, y la forma en que la humildad se demuestra es cuando soy accesible y estoy dispuesto a admitir mis faltas. No me pongo a la defensiva, no volteo las mesas, no desempaco sobre mi cónyuge todas sus debilidades. Sé que no soy perfecto. Sé que todavía soy un pecador, y sé que voy a tener pensamientos, deseos, actitudes equivocadas. Voy a decir cosas equivocadas. Sé que voy a tener algunos días malos, porque eso es lo que soy, así que soy humildemente accesible.

2. Perdona

La humildad se manifiesta de una segunda manera: Estoy dispuesto a perdonar. Te amo y entiendo que la cosa con la que lucho es algo con lo que tú también luchas, porque estamos en el proceso de madurar. Todavía no estamos allí. Nunca, nunca, nunca, nunca serás un graduado de gracia. Y no te casarás con un graduado de gracia, así que la humildad es tan importante: La humildad de admisión, confesión y la humildad del perdón. La cualidad clave del carácter en un matrimonio bueno y duradero es la humildad. Simplemente no puedes tener un buen matrimonio sin estas dos cosas. Sin ellas, sólo construirás un armario cada vez más grande lleno de errores que no has dejado ir, y terminarás viendo a tu cónyuge a través de la perspectiva de todos sus errores. Qué manera tan horrible de empezar un día. En lugar de comenzar el día con cuentas pendientes, podrás pensar en ti mismo como lo mejor que eres, no como lo peor. Esa es la única manera en que un matrimonio puede funcionar.